La adicción al porno se refiere a una dependencia emocional de la pornografía que interfiere en la vida cotidiana, las relaciones y la capacidad de funcionar.
Una persona puede sentirse insatisfecha con su propia vida sexual o tener comportamientos de riesgo, como consumir pornografía en el trabajo.
Este tipo de adicción puede ser bastante frecuente. Algunos médicos consideran que la adicción al porno es un trastorno hipersexual, término general que incluye comportamientos como la masturbación excesiva.
Un estudio de 2019 sugiere que la prevalencia de estos trastornos puede rondar el 3-6%. Sin embargo, las tasas han sido difíciles de determinar debido a la falta de una clasificación formal.
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Signos de adicción a la pornografía
El diagnóstico de la adicción a la pornografía es controvertido, y no todos los terapeutas lo reconocen. Además, los investigadores han presentado distintos modelos de los signos.
Algunos profesionales sanitarios y asesores creen que la pornografía en sí misma no es problemática, pero que tiene el potencial de llegar a serlo, dependiendo del punto de vista de la persona o de su pareja.
Algunos indicios de que la pornografía puede estar causando un problema son:
- La vida sexual de una persona se vuelve menos satisfactoria.
- La pornografía causa problemas en la relación o hace que la persona se sienta menos satisfecha con su pareja.
- Una persona adopta conductas de riesgo para ver pornografía, como hacerlo en el trabajo.
Otros signos de que una persona puede estar desarrollando una relación malsana con la pornografía son:
- Ignoran otras responsabilidades para ver pornografía.
- Ven pornografía progresivamente más extrema para obtener la misma liberación que antes ofrecía la pornografía menos extrema.
- Se sienten frustrados o avergonzados después de ver pornografía, pero siguen haciéndolo.
- Quieren dejar de consumir pornografía, pero se sienten incapaces de hacerlo.
- Gastan grandes sumas de dinero en pornografía, posiblemente a expensas de las necesidades diarias o familiares.
- Utilizan la pornografía para hacer frente a la tristeza, la ansiedad, el insomnio u otros problemas de salud mental.
¿Qué es la adicción?
Una adicción es algo más que un interés intenso por algo. Es una afección médica que cambia el cerebro y el cuerpo y hace que la persona se sienta obligada a seguir consumiendo una sustancia o participando en una actividad, incluso cuando hacerlo puede causarle daño.
La mayoría de las investigaciones sobre la adicción sugieren que ésta activa regiones del cerebro asociadas a la motivación y la recompensa. Concretamente, la adicción altera el sistema dopaminérgico del organismo.
Cuando una persona con adicción consume inicialmente la sustancia o realiza el comportamiento, recibe un intenso subidón de dopamina, que le provoca sensaciones de placer y recompensa.
Con el tiempo, su cuerpo puede producir menos dopamina y depender de la sustancia o el comportamiento para sentir el subidón de dopamina.
El sexo puede ser un comportamiento altamente gratificante, en términos de dopamina.
El consumo de pornografía también puede activar el sistema dopaminérgico, lo que puede conducir a la adicción.
La adicción también afecta a otros aspectos del cerebro, cambiándolo constantemente y haciendo que a la persona le resulte cada vez más difícil evitar la sustancia o conducta adictiva.
Lo que dice la investigación
Un estudio de 2017 sobre varones que buscaron tratamiento por consumo problemático de pornografía descubrió cambios en el cerebro de los participantes que concordaban con la adicción.
Los investigadores descubrieron que los cerebros de estos hombres reaccionaban de forma diferente a las imágenes eróticas -o a la anticipación de las mismas- que los cerebros de los hombres sin este problema.
El consumo de pornografía también puede afectar a las relaciones de pareja. Por ejemplo, algunas investigaciones indican que la pornografía crea expectativas poco realistas sobre el sexo.
Un estudio de 2013 descubrió que entre los participantes masculinos heterosexuales en parejas, el consumo de pornografía se asociaba a una menor satisfacción sexual, mientras que en el caso de las participantes femeninas ocurría lo contrario: la pornografía se asociaba a una mayor satisfacción sexual.
Acceder a la pornografía es fácil, y puede requerir mucho menos esfuerzo que interactuar con la pareja.
Para algunos, esto puede contribuir a un ciclo malsano en el que la pornografía causa problemas en una relación, lo que lleva a la persona a depender aún más de la pornografía para lograr la satisfacción sexual y escapar de los problemas de la relación.
Causas de la adicción a la pornografía
Debido a la controversia que rodea la idea de la adicción a la pornografía, los investigadores aún no han identificado un conjunto claro de causas.
Un estudio de 2015 descubrió que creerse adicto a la pornografía, y no el consumo real de pornografía, era la causa más significativa de la angustia asociada.
Esto sugiere que la idea misma de que existe la adicción a la pornografía podría ser una causa importante de la ansiedad que algunas personas experimentan al ver pornografía.
Mientras tanto, los expertos y defensores que respaldan la existencia de la adicción a la pornografía sostienen que, al igual que otras adicciones, se trata de un problema complejo con una serie de posibles causas. Algunas de estas causas pueden ser:
Acceso fácil y anónimo
Internet ha facilitado el acceso a una amplia variedad de contenido pornográfico de forma anónima y gratuita. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar una adicción, ya que es fácil caer en patrones de consumo excesivo.
Naturaleza estimulante
La pornografía a menudo se caracteriza por representaciones gráficas de actividad sexual. Estas imágenes y videos pueden ser altamente estimulantes y adictivas para algunas personas, lo que las lleva a buscar repetidamente la estimulación que proporciona.
Curiosidad sexual
La curiosidad sexual es natural y puede llevar a las personas a explorar la pornografía.
Sin embargo, para algunas personas, esta curiosidad puede convertirse en una adicción cuando comienzan a depender de la pornografía como su principal fuente de excitación sexual.
Estrés y ansiedad
Algunas personas recurren a la pornografía como una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad o la soledad. El consumo excesivo de pornografía puede servir como una vía de escape de las preocupaciones y dificultades emocionales.
Historia de abuso sexual
Las personas que han experimentado abuso sexual en el pasado pueden recurrir a la pornografía como una forma de lidiar con su trauma.
Esto puede llevar a un patrón de consumo compulsivo.
Falta de educación sexual
La falta de educación sexual adecuada puede llevar a la curiosidad no satisfecha y al uso de la pornografía como fuente de información sobre la sexualidad.
Factores psicológicos
Algunas personas pueden tener vulnerabilidades psicológicas, como baja autoestima, que las hacen más propensas a desarrollar una adicción a la pornografía como una forma de escape o autorreforzamiento.
Es importante tener en cuenta que la adicción a la pornografía es un problema que puede afectar a personas de todas las edades y géneros.
Si sientes que puedes estar lidiando con una adicción a la pornografía y esto está afectando negativamente tu vida, es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud mental o terapeuta especializado en adicciones sexuales para obtener apoyo y orientación.
Factores biológicos
Algunos estudios sugieren que factores biológicos, como la liberación de dopamina en el cerebro durante la excitación sexual, pueden contribuir a la adicción a la pornografía en algunas personas.
Problemas de relación
Las dificultades en las relaciones personales, como la falta de intimidad o la insatisfacción sexual en una relación, pueden llevar a algunas personas a recurrir a la pornografía como una forma de llenar ese vacío.
Tratamientos y remedios naturales
La investigación no respalda ningún tratamiento específico para la adicción a la pornografía.
De hecho, como muchos investigadores no creen que la adicción a la pornografía sea una afección médica real, algunos médicos y asesores pueden considerar que no es necesario ningún tratamiento.
Algunas personas que buscan tratamiento para la adicción a la pornografía pueden, en cambio, beneficiarse de abordar otras cuestiones, como los problemas de pareja, la vergüenza sexual o la depresión.
Por lo tanto, si una persona opta por la terapia, es importante que elija un terapeuta que comprenda y pueda tratar estas cuestiones.
Algunas estrategias de tratamiento pueden incluir:
- Psicoterapia: Puede ayudar a la persona a comprender su relación con el porno, identificar las necesidades sexuales insatisfechas y desarrollar estrategias para afrontar la angustia psicológica.
- Asesoramiento relacional: El asesoramiento de pareja puede ayudar a los miembros de la pareja a hablar de sus valores, determinar si el porno tiene cabida en su relación y cultivar una confianza más profunda.
- Medicación: A veces una persona utiliza la pornografía para hacer frente a otra afección. La medicación puede ayudar a tratar el problema subyacente.
- Cambios en el estilo de vida: Algunas personas utilizan la pornografía por aburrimiento o agotamiento. Un estilo de vida más saludable puede implicar pasar menos horas en el ordenador.
Cuándo acudir al médico o al terapeuta
Una persona debe acudir al médico si:
- Tienen problemas para llegar al orgasmo en las relaciones sexuales con su pareja.
- Experimentan un aumento de la disfunción sexual, como problemas para mantener una erección o para lubricar antes del sexo.
- Las relaciones sexuales se vuelven dolorosas.
- Experimentan o han experimentado otras adicciones.
- Experimentan síntomas de ansiedad, depresión, insomnio u otra enfermedad mental.
Un terapeuta puede ayudar con la adicción a la pornografía y otros problemas sexuales y de pareja. Puede ser una buena idea acudir a un terapeuta si:
- La pornografía causa problemas de relación.
- La persona se siente culpable por su consumo de pornografía.
- Una persona quiere reducir su consumo de pornografía, pero se siente incapaz de hacerlo.
Los terapeutas tienen distintos puntos de vista sobre la pornografía: algunos pueden creer que todo consumo de pornografía es perjudicial, mientras que otros pueden pensar que nunca es adictiva.
Resumen
Ver pornografía en exceso puede causar graves problemas, sea o no adictiva en el sentido médico tradicional.
Aunque existe desacuerdo sobre las causas de la adicción a la pornografía, el tratamiento suele implicar abordar un problema subyacente, que podría estar relacionado con la salud mental. A algunas personas les pueden ayudar unos sencillos cambios en su estilo de vida.
Recibir atención de un terapeuta sexualmente positivo que pueda identificar los problemas subyacentes y ofrecer estrategias de tratamiento basadas en pruebas puede ayudar a una persona a mejorar sus relaciones y a recuperar una sensación de control sobre su consumo de pornografía.
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